Nos levantamos algo mas tarde, bajamos a desayunar al restaurante, y aunque era buffet libre estaba peor que los desayunos del B&B de Florencia, para empezar no podÃas entrar libremente, pero como tampoco ponÃa nada la gente entraba, y luego un tÃo que parecÃa Dartacan corrÃa detrás de todos para decir que se esperaran hasta que el les llevara a una mesa, al fin Dartacan nos da una mesa y cuando vamos a coger algo, viene corriendo horrorizado diciéndonos, que debemos dejar obligatoriamente la llave de la habitación en la mesa, claro que si… a ver si asi sube alguien a robarnos mientras….
Habia de todo para desayunar, pero muy cutre, muy industrial y artificial todo, y claro no podian faltar los tipicos niños maleducados corriendo, gritando y toqueteando la comida libremente, subimos a la habitación, recogimos y nos marchamos, no nos dijeron nada ni miraron el minibar (sobre la bebida que faltaba) menudo control… si lo llego a saber me lo zampo todo!
Cogimos fácilmente el metro y llegamos hasta “central"
La estacion impresiona pero es tan efectiva como casi todo en Italia, llegas y te dan mil vueltas, subir escaleras, volver a bajarlas para coger los billetes, volver a subir para los andenes..etc, todo un desastre en la organización.
Por todo ello al final llegamos por los pelos a coger nuestro regional.
Llegamos a Verona y deje mi mochilon en una oficina con consignas, 5 euros por 5 horas y 70 centimos las siguientes hasta las 23 como maximo.
La otra mochila mas pequeña nos la llevamos y ahorramos unos eurillos.
Comenzamos la visita llegando hasta el Arena, pero daba la casualidad que justo hoy se celebraba un concierto y ya quedaban solo 15 minutos para que lo cerraran, ademas el interior estaba preparado para el concierto y no como era en realidad.